En el año 2.010 un derrumbe en una mina de oro en Chile dejó atrapados a 33 mineros a 700 metros de profundidad. Dada la dificultad del rescate (que se preveía podía durar varios meses), las difíciles condiciones del interior de la mina y la escasez de comida, parecía prácticamente imposible que la historia tuviera un final feliz.  Pero el milagro se produjo gracias a que tanto los mineros como sus familias mantuvieron la esperanza.

En el interior de la mina los 33 encontraron en la fe en Jesucristo el mejor alimento para sobrevivir, además de ayudarles a crear lazos de hermanamiento entre ellos. En la superficie sus familiares, sostenidos por la oración, crearon el campamento “Esperanza” desde el que presionaron al Gobierno para que no escatimara medios en un rescate que tuvo un gran impacto mediático y en el que, como asegura uno de los mineros, «el diablo no podía hacer nada porque Dios estaba presente».

• ¿Qué diferencias hay entre esperanza y optimismo?
• ¿Cómo la esperanza protege la vida y la hace crecer?

“Así es la esperanza, sorprende y abre horizontes, nos hace soñar lo inimaginable, y lo realiza” (Papa Francisco)